Los emprendedores en serie lo son, sobre todo, por vocación (49%), más que por localizar una oportunidad de negocio (30%), mientras que entre los emprendedores nóveles, ambos factores están muy nivelados: un 37% lo hace por vocación y un 34% por oportunidad. El origen de los startuperos también contribuye a configurar este mapa. El informe revela que no se emprende por necesidad, ya que solo un 1% de quienes lanzan un nuevo proyecto lo hacen estando en desempleo, mientras que el 50% trabajaba por cuenta ajena y el 7% era freelance. En línea con lo anterior, las propias startups comienzan ya a ser una escuela de emprendimiento, pues el 5% de quienes se embarcan en un negocio trabajaban en una empresa de estas características previamente.

Asimismo, el informe destaca que los emprendedores cuentan con una sólida formación académica. El 97% cuenta con un título universitario –frente al 92% del año anterior– y el 82% con un posgrado –74% en 2019-. La principal tecnología que emplean estas startups (41%) proviene de áreas técnicas, las conocidas como STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), uno de los campos en los que más buscan el talento las empresas. Destaca también el 14% que cuenta con un doctorado, especialmente en áreas como la salud (40%).

El ámbito sanitario es, a su vez, la segunda industria donde más se está emprendiendo en 2020, según el Mapa del emprendimiento. El informe revela también cómo las disciplinas con una mayor actividad sufren una gran variación de año a año, lo que, para Benjumea, es una muestra de la agilidad para adaptarse con rapidez a las nuevas necesidades que se detectan en el mercado.

Por su parte, la vicealcaldesa del Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís, quien también asistió a la presentación del mencionado documento, hizo hincapié en que la Administración debe facilitar todo lo posible estas iniciativas en lugar de poner trabas. Una idea con la que se mostró de acuerdo la emprendedora y secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, quien, sin embargo, también aprovechó para recordar que la innovación debe ir de la mano del bienestar y la calidad del trabajo. “Debemos renovar y actualizar los mecanismos que tenemos a los nuevos tiempos para que los derechos del mundo analógico continúen en el digital. Hay que asegurarse de que no vamos a un mundo digital más precario”, manifestó en relación a las plataformas que emplean a falsos autónomos excusándose su naturaleza digital.