La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, avanza que el Gobierno se encuentra ya trabajando en el plan de inversiones y reforma “para impulsar la recuperación a medio plazo, articulado con los nuevos instrumentos comunitarios”, con intención de acometer su presentación “después del verano”.
Sería el tercer paquete de medidas desplegado por el Ejecutivo desde que el Covid-19 obligó a imponer restricciones para atajar la crisis sanitaria y frenar los contagios, según detalla en entrevista a ‘La Voz de Galicia’ coincidiendo con la recepción del premio Fernández Latorre en reconocimiento a su trayectoria y compromiso con España.
“España se está viendo especialmente afectada debido al peso de los sectores estratégicos más golpeados por la pandemia, como el turismo”, recuerda, y relata que “eso exige actuar con urgencia y determinación” y es lo que ha hecho el Gobierno “con una respuesta integral, adaptada al desarrollo del virus”.
Las primeras medidas se desplegaron con “un plan de choque para ayudar a resistir a familias y empresas”, con énfasis en “los más vulnerables, incluyendo el ingreso mínimo vital, que ha venido para quedarse más allá de esta emergencia”. “Nuestra acción se ha dirigido a proteger y sostener el tejido empresarial y la actividad económica, para tener una buena base sobre la que construir la recuperación”, agrega.
En una segunda fase, ya con la desescalada, refirió que se ha puesto en marcha el plan de reactivación de la economía y el empleo, “que moviliza más de 51.000 millones para apoyar la inversión y la solvencia de las empresas”, y ahora toca el plan de inversiones y reformas “para impulsar la recuperación a medio plazo, articulado con los nuevos instrumentos comunitarios”. “Todas estas medidas están teniendo efectos positivos importantes y visibles, pero no hay que olvidar que suponen un esfuerzo muy importante del conjunto de la sociedad y resultarán en un aumento del déficit y la deuda”, subraya Calviño, convencida de que su “éxito” responde en buena parte al “acuerdo y apoyo” de agentes económicos e interlocutores sociales, “con gran responsabilidad y sentido de Estado”.
“Es justo lo que se necesita en estas situaciones. Una de las principales lecciones de la pandemia es la importancia de actuar unidos. La unidad salva vidas, empresas y empleos”, ensalza la vicepresidenta económica.
Calviño, quien confiesa que lo peor de la crisis es el “avance de la propia enfermedad” porque “es muy doloroso ver cómo el virus afectaba a tantos ciudadanos y personas cercanas”, junto al impacto de la pandemia en economía y sociedad, previene sobre unos datos muy desfavorables en el segundo trimestre, aunque convencida de que lo peor quedó atrás.
“En los próximos días se van a conocer noticias negativas sobre el empleo o la economía en general, pero que tienen que ver con lo ocurrido en el confinamiento del segundo trimestre”, admite, precisando que son datos “del pasado” que resultan “compatibles con indicadores más recientes que muestran un punto de inflexión a partir de mayo”.
No obstante, llama a mantener la cautela “porque existen muchas incertidumbres respecto al otoño” y el futuro desempeño depende de no retroceder. “Mucho depende de que no se den pasos atrás y por eso es fundamental que la ciudadanía tenga un comportamiento responsable, para que no se repita lo vivido en primavera”, insta la vicepresidenta.