“Pánico”, “inquietud máxima”, “un panorama muy inquietante” que amenaza “cuestiones muy sensibles que condicionan y distorsionan decisiones”. Éste es el sentir de empresas en inversores ante la avalancha de impuestos que se avecina con un gobierno de coalición entre PSOE y el comunismo bolivariano de Podemos, por lo que están trasladando una avalancha de consultas a despachos de abogados con el fin de resguardarse del hachazo fiscal en ciernes.
Subida del IRPF a las rentas altas y al ahorro, tipo mínimo en el Impuesto sobre Sociedades, gravamen del 5% a los dividendos, tasas Google y Tobin, subida de Patrimonio, encarecimiento del diésel… Éstas son algunas de las alzas de impuestos que pactaron socialistas y podemitas para los Presupuestos de 2019, cuando la formación de Pablo Iglesias no estaba en el Gobierno, a lo que se suma el ataque a la fiscalidad de Madrid y al anuncio de armonizaciones al alza en Sucesiones y Patrimonio.
La mayor preocupación la concitan la armonización al alza de Sucesiones y Patrimonio, la subida tributaria del ahorro y el gravamen a los dividendos, según trasladan los bufetes a los que ha consultado este diario. Esto lleva a adelantar operaciones, plusvalías, el pago de dividendos y donaciones, a reorganizar estructuras societarias y a cambios de residencia fiscal.
Desde la asociación de gestoras de fondos de inversión y planes de pensiones (Inverco), prefieren no comentar nada sobre el preacuerdo, al considerar que es muy prematuro y no está garantizado que pueda formarse una mayoría parlamentaria con capacidad legislativa.
En el programa del PSOE, en cambio, no se recoge ninguna medida concreta sobre vehículos de ahorro colectivo, aunque se da por hecho que durante las negociaciones definitivas para cerrar un acuerdo de legislatura Podemos pondrá estas propuestas encima de la mesa.
La incertidumbre sobre el régimen fiscal de las Sicav lleva varios años afectando a este tipo de sociedades de inversión (utilizadas por clientes ricos). El número máximo Sicavs se alcanzó en 2015, cuando llegó a haber 3.409 de estos vehículos. Desde entonces, su número ha caído un 23%, hasta quedar solo 2.639.