El Banco de España recupera nuevamente protagonismo tras varios años en el dique seco. El Gobierno que preside Pedro Sánchez quiere imponer ya las normas, como se había comprometido en su programa electoral, para evitar una nueva y drástica crisis financiera, que según los últimos datos del Banco de España puede costar a los españoles más de 42.000 millones de euros correspondientes a las ayudas a las cajas de ahorros que no podrán recuperarse.
Para ello Economía tiene previsto aprobar en el próximo Consejo de Ministros la Autoridad Nacional de Estabilidad Financiera (ANESFI), que estará integrada por representantes del Ministerio de Economía, Banco de España y Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Cada una de estas instituciones tendrá un papel diferente con un mismo fin, evitar la creación de una nueva burbuja crediticia. Para ello, Economía aprobará una norma que, entre otras cosas, dotará al Banco de España con las herramientas suficientes para controlar una excesiva expansión del crédito.
Una de las principales lecciones aprendidas en la crisis financiera iniciada en 2007, y que ha quedado plasmada en un documento aprobado por el Congreso de los Diputados el pasado 29 de noviembre es que el supervisor bancario pudo hacer más para evitar esta hecatombe económica. Aunque, según los responsables del Banco de España, no contaban con las herramientas para frenar el espectacular crecimiento del crédito, sobre todo inmobiliario, origen de la caída del 40% del sistema financiero.
Por ello, Economía permitirá a la institución que dirige Pablo Hernández de Cos imponer límites al aumento del crédito. Aunque para evitar que se produzca un freno en el crecimiento económico por una posible limitación a la financiación de empresas y hogares, el proyecto pasa por poner topes solo al incremento de los préstamos de los sectores que experimenten una mayor expansión con peligro de formar una burbuja.
Este podría ser en la actualidad el caso del crédito al consumo si su expansión en los próximos ejercicios sigue la trayectoria de los dos últimos ejercicios. El Banco de España como el Banco Central Europeo (BCE) llevan meses avisando de su crecimiento, aunque también es cierto que el crédito al consumo apenas tiene un peso de alrededor el 5% sobre la cartera total crediticia. Los porcentajes que aplicará el supervisor para frenar el aumento crediticio aún no se han fijado.
Otra de las herramientas de las que dispondrá Hernández de Cos será la de exigir más colchón de capital también por la expansión de la financiación a un sector económico determinado. Hasta ahora el Banco de España examina cada trimestre el crecimiento del crédito en general, y en función de su expansión puede pedir más capital a las entidades financieras. Pero en este caso no discrimina en función de la tipología del crédito, como ocurrirá una vez que se ponga en marcha Anesfi.