El mercado suizo Six ha sido el primero en lanzarse con una oferta amistosa y trabajada desde hace seis meses con Javier Hernani, consejero delegado de BME, y su equipo. El precio de 34 euros por acción, con una prima del 34% frente al cierre del viernes, es extremadamente potente. Valora a la empresa española en 2.843 millones de euros, un precio nunca visto.
El gestor de la Bolsa de Hong Kong, HKEX, también estudia una oferta, aunque su origen asiático es una desventaja política y regulatoria. El gigante alemán Deutsche Börse confirmó a Bloomberg la información publicada ayer: también valora lanzar una contraopa. Euronext, por supuesto, busca fórmulas, entre las que baraja un intercambio con acciones, para tratar de ganar la batalla por BME a los suizos.
La mala noticia –para los contrincantes– es que la Bolsa helvética tiene dinero de sobra, con una caja de 3.700 millones de euros y una gran capacidad de endeudamiento que le otorga su privilegiada calificación de crédito de A+. Ayer, en una conferencia de prensa en Madrid, varios directivos de Six anticiparon que están preparados para una eventual contraoferta. El mercado, de hecho, ya la descuenta. El precio de la acción de BME subió ayer un 2,05%, a 35,78 euros; esto es un 5,2% por encima de la oferta de Six.
“Estamos en una posición muy buena, contamos con el apoyo de la dirección y del consejo de BME, y ellos reconocen que el precio es justo”, aseguró el consejero delegado Jos Dijsselhof. “Nunca excluyo nada”, agregó tras ser preguntado sobre una posible mejora del precio ante la fuerte cotización de BME.
El directivo, que es la máxima autoridad de Six desde enero de 2018, defendió no solo su propuesta desde el punto de vista económico, sino industrial. “La combinación de fuerzas de Six y de BME ofrecerá crecimiento para ambas compañías”, insistió.
El mantra de Dijsselhof es el crecimiento; no son recortes de costes lo que busca. Incluso llegó a asegurar ayer que la plantilla de BME, formada por unas 750 personas, no corre peligro, tampoco sus directivos. La misión de Six es crear el tercer mayor operador bursátil europeo, tras Deutsche Börse, London Stock Exchange (LSE), tanto por ingresos, con 1.300 millones de euros en 2018 frente a los 2.800 de la germana y los 2.400 de la británica, como por valor de las empresas a las que acoge: 2,2 billones de euros, frente a los 4,3 billones de Deutsche Börse y los 3,5 de LSE.
Pese a que Sebastián Albella avisó el martes de que el Gobierno puede imponer condiciones a la operación, el máximo directivo de Six, confió en que no habrá problemas políticos.: “No esperamos duplicidades y, por lo tanto, consideramos que no serán necesarias desinversiones”, aseguró.