Entre las medidas esperadas, la mayoría de los expertos prevé que el BCE recorte la facilidad depósito en 10 puntos básicos, a -0,50% desde los -0,40% actuales. Algunos como Goldman Sachs y BofAML esperan que sea más agresiva, de 20 puntos básicos.
El segundo foco de interés ante la reunión de hoy es el más que probable anuncio de la reanudación del programa de compra de deuda o de expansión cuantitativa, también conocido como QE (Quantitative Easing). Ibercaja explica que la clave en este caso será la cuantía del programa. Se habla de entre 30.000 y 40.000 millones de euros con una duración que iría entre seis y doce meses, aunque tampoco aquí existe consenso.
No es descartable que algunos detalles más concretos queden pendientes para próximas reuniones donde la institución estaría ya dirigida por Christine Lagarde. “Este cambio dará paso a una nueva fase en el BCE en la que habrá más presión para los países de la eurozona en el aspecto fiscal”, agrega Natixis.
El débil crecimiento económico de la zona euro y las primeras evidencias del impacto del proteccionismo han llevado al BCE a ir modificando su discurso en el transcurso de pocos meses dando un giro radical. Lejana queda la posibilidad de empezar a subir los tipos de referencia en la zona euro, anclados en el 0% desde 2016.
La posibilidad ahora es precisamente, el movimiento contrario, un recorte de estos tipos de referencia, lo que implicaría entrar en terreno negativo por primera vez en su historia. El consenso de Bloomberg no prevé bajadas de tipos en la reunión de hoy pese a las palabras de Draghi en julio que dejaban la puerta abierta a un recorte en esta reunión.