Los jóvenes abogados ya no aspiran a ser socios

Los jóvenes abogados ya no aspiran a ser socios

Si hace unos años la aspiración para un abogado que empezaba en un gran despacho era llegar a ser socio, en la actualidad parece que la tendencia ha cambiado. Como señala Adela García de Tuñón, directora de recursos humanos de DLA Piper, “estamos viviendo un cambio de paradigma en la carrera de los abogados, mucho más flexible de lo que era antes, y convivimos con diferentes aspiraciones y desarrollos profesionales dentro del sector jurídico”. Algo que también destaca Nuria Martín, directora de recursos humanos de Cuatrecasas: “Las nuevas generaciones aportan una nueva percepción de la carrera y del mundo profesional y hacen que nos replanteemos cómo atraer y retener el talento”.

Es por ello que las grandes firmas han decidido flexibilizar y adaptar sus planes de carrera a cada abogado. Como dice Ignacio Paz, socio y miembro del comité de recursos humanos de Herbert Smith Freehills España, “se trata de hacer un traje a medida en función de la situación y aspiraciones de cada uno”. Loreto de Blas, HR manager de la oficina de Hogan Lovells en Madrid, puntualiza que en la firma “no hay planes de carrera alternativos a alcanzar la condición de socio, sino carreras profesionales adaptadas a cada abogado”.

Uno de los principales objetivos de los letrados más jóvenes que se incorporan a un gran despacho como Uría Menéndez es, según su secretaría general, Iciar Rodríguez-Inciarte, formarse y trabajar en asuntos complejos con profesionales de los que puedan aprender. Precisamente, el plan de carrera en este bufete se basa en el principio de up or out, según el cual los abogados son evaluados anualmente y, solo si su desempeño alcanza un determinado nivel, continúan su evolución en la firma.

Por su parte, Lourdes Ramos, directora de recursos humanos de Garrigues, apunta a que el crecimiento profesional es la principal aspiración de los más jóvenes; por ello, desde el despacho se centran en ofrecerles desde el principio de su carrera “formación continua, participar en las operaciones más relevantes del mercado en un contexto internacional, movilidad geográfica y la posibilidad de realizar actividades académicas y pro bono”.

Las firmas consultadas coinciden también en que las nuevas generaciones de abogados han cambiado su forma de concebir el trabajo en los despachos respecto a las generaciones anteriores. Loreto de Blas explica que “los abogados jóvenes reclaman una involucración directa con el cliente y un entorno internacional, además de flexibilidad y conciliación”. De hecho, como destaca Iciar Rodríguez-Inciarte, las nuevas generaciones entienden que el trabajo ha de ser “colaborativo y quieren opinar sobre los asuntos o proyectos en los que trabajan y aportar sus ideas”. Nuria Marín alude también a que los jóvenes prefieren trabajar por objetivos y que valoran mucho “la felicidad laboral, el buen ambiente de trabajo y la transparencia en la gestión de personas”. Todo ello unido a una cada vez mayor demanda de oportunidades a nivel internacional.