El Ministerio de Trabajo ha presentado a los agentes sociales una nueva propuesta sobre la regulación del teletrabajo, tras las alegaciones realizadas por sindicatos y empresarios al anteproyecto de Ley de Trabajo a Distancia elaborado por el Gobierno, y volverá a mantener una nueva reunión sobre este asunto esta misma semana.
Entre las modificaciones, el Gobierno ha accedido a desligar el teletrabajo de la conciliación, tal y como proponían los sindicatos, con el objetivo de evitar que termine siendo utilizado como una forma de perpetuación de los roles de la crianza y los cuidados sobre las mujeres.
El nuevo encuentro del diálogo social se celebró ayer entre el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, y los representantes de CCOO, UGT, CEOE y Cepyme, tras el primero del pasado 8 de julio en el que se fijó un calendario de negociaciones y la presentación de alegaciones por parte de sindicatos y empresarios al anteproyecto elaborado por el Ministerio de Trabajo.
El secretario de Política Sindical de UGT, Gonzalo Pino, explicó a Efe que la nueva propuesta de Trabajo recoge algunas peticiones sindicales, como la eliminación de aquellos artículos que “hacían pensar que el teletrabajo estaba orientado a la mujer”. Por ejemplo, en la nueva versión se ha eliminado la preferencia de esta forma de trabajo durante el periodo de cuidado de lactancia o en el caso de personas al cuidado de dependientes, que “suele recaer sobre mujeres”.
Desde UGT solicitan al Gobierno que la norma fije las condiciones y la responsabilidad a la hora de asumir los costes del teletrabajo, que debe ser voluntario, y “luego será la negociación colectiva la que lo desarrollará”. Por su parte, el secretario de Juventud y Nuevas Realidades Laborales de CCOO, Carlos Gutiérrez, ha señalado a los medios que, a falta de “cerrar discrepancias no menores”, la negociación avanza “a buen ritmo” y ha confiado en poder cerrar un acuerdo.
Tanto UGT como CCOO reclaman que el teletrabajo tenga carácter voluntario; que las empresas pongan los medios necesarios para que sus empleados puedan trabajar desde sus casas y que se compense económicamente los gastos derivados del trabajo a las personas que teletrabajan. También demandan las organizaciones sindicales el derecho a la desconexión; el respeto a la jornada laboral, y medidas específicas para la prevención de riesgos laborales y garantizar la seguridad y salud laboral de los teletrabajadores, entre otras cuestiones.