Funcas empeora su previsión para la economía española y augura un desplome del 13% este año

Funcas empeora su previsión para la economía española y augura un desplome del 13% este año

La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) empeora sus previsiones para la economía española hasta una contracción del 13% este año debido a que el turismo se ha comportado peor de lo esperado. Además, augura que el paro llegue al 17%, el déficit al 12% y la deuda pública al 120% del PIB. Concretamente, Funcas prevé que el PIB se contraiga en este ejercicio un 13%, lo que supone 3,2 puntos más que en su anterior estimación.

Tras una caída del PIB del 18,5% en el segundo trimestre del año, la entidad estima un crecimiento de en torno al 11,5% en el tercero, lo que supondría una recuperación de casi el 40% de la actividad perdida en los dos trimestres anteriores. El rebote en la parte final de año se prolongará en 2021, ejercicio en el que la economía crecerá un 7,9%, una décima más que en la anterior previsión. Eso sí, el PIB español no volverá al nivel pre-Covid hasta 2023, o incluso 2024, según sus pronósticos.

La rebaja de previsiones, han explicado, se debe a la multiplicación de los contagios y su efecto disuasorio sobre la llegada de turistas extranjeros y el impacto negativo en la confianza de empresas y consumidores. «La crisis del turismo explica las dos terceras partes del recorte y el resto se debe a la mayor incertidumbre sobre la demanda interna», según han detallado desde Funcas.

Por otra parte, en su informe de otoño este organismo prevé que la tasa de desempleo suba hasta el 17% de media este año, llegando al 19,9% si se tiene en cuenta solo el cuarto trimestre. Carlos Ocaña, director general de Funcas, ha apuntado que este dato es «malo, pero algo mejor que en recesiones anterior». Para 2021 calculan que el paro descenderá al 16,2%, aunque este todavía supondrá «600.000 parados más que antes de la crisis», ha destacado Ocaña.

Desde Funcas se ha explicado que el agravamiento de la crisis en el mercado laboral se reflejará, sobre todo, en el número de horas trabajadas, que caerá a un ritmo similar al de la economía. Sin embargo, «el recurso a los ERTE y el reparto del trabajo (que se traduce en una reducción del número de horas trabajadas por ocupado) provocará que el impacto en el empleo sea menor», según su análisis.

Además, Funcas prevé una caída de la recaudación este año de 72.000 millones de euros y un incremento del gasto público de 26.000 millones, lo que llevará el déficit público hasta el 12% del PIB este año. En 2021, se produciría una reducción esencialmente cíclica del déficit, hasta el 8%, tras incorporar las decisiones ya tomadas o previstas (ingreso mínimo vital, incremento de la inversión pública en consonancia con el plan europeo de inversiones).

En este contexto, la entidad espera que la deuda pública española se dispare también, concretamente, hasta el 120% del PIB este año y que siga estancada en esos niveles en los próximos años. Con estas cifras, Funcas perfila una recuperación de la economía española más lenta de lo que se creía en un primer momento y, además, destaca cómo la pandemia del Covid-19 han tenido un mayor impacto en España frente a sus socios europeos. «Sólo con un horizonte a medio y largo plazo podremos recuperar la economía española y mantener el ritmo de convergencia que hemos mantenido en las dos últimas décadas», ha asegurado Ocaña.

El director general de Funcas ha explicado que en estas previsiones se ha tenido en cuenta el impacto del fondo de recuperación, que en 2021 se materializaría en 14.000 millones. Eso sí, ha defendido que el efecto de este será limitado y transitorio si no va acompañado de reformas estructurales en el mercado de trabajo, las pensiones y la educación.

De hecho, Funcas ha proyectado dos escenarios que cubren el periodo presupuestario 2021-2027 para analizar el impacto del fondo de recuperación sobre la economía, con y sin reformas. En el peor de los casos, sin reformas, la economía española registraría una recuperación incompleta, la tasa de paro sólo alcanzaría su nivel pre-crisis en 2024 y la deuda pública aumentaría hasta el 133% en 2027. El crecimiento de largo plazo de la economía española se mantendría en el 1,6%, es decir, los fondos europeos sólo ejercerían un efecto transitorio.