Lagarde pide que los fondos europeos se desembolsen a comienzos de 2021 y que sean un vehículo permanente

Lagarde pide que los fondos europeos se desembolsen a comienzos de 2021 y que sean un vehículo permanente

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, se ha sumado a las voces que claman porque el bazuca de los 750.000 millones de euros para la recuperación europea arranque en 2021 por el bloqueo de la negociación entre las capitales europeas. «El objetivo de la Comisión es que se pueda pagar a comienzos de 2021 y debe cumplirse absolutamente», ha asegurado en una entrevista al diario Le Monde.

«Es crucial que este plan excepcional, que ha levantado importantes tabúes en ciertos países, sea un éxito», subrayó Lagarde, quien aseguró que “la pelota está en el campo de los Estados», dado que son primero los países los que deben presentar los proyectos para que el Ejecutivo comunitario los examine y apruebe. Lagarde alerta del riesgo de que el plan de recuperación se pierda «en los dédalos administrativos» y no llegue a la economía real para lograr una orientación más digital y verde.

La dirigente francesa ha abierto la puerta además a que el fondo europeo para la recuperación se mantenga una vez se recuperen los estados miembros de la pandemia. «Deberíamos discutir la posibilidad de que permanezca en la caja de herramientas europea para que pueda ser utilizado de nuevo si surgen circunstancias similares», ha afirmado para añadir que «espero que también haya un debate sobre una común herramienta presupuestaria para la zona del euro. Sobre la mesa está la opción de que este fondo adquiera el carácter de permanente, algo que países como Holanda rechazan frontalmente, toda vez que la reclamación de un presupuesto de la zona euro no logra el visto bueno de los estados.

Lagarde también recordó que, llegado el caso de un agravamiento de la situación, el BCE no ha agotado todas sus herramientas y «si hay que hacer más, haremos más», ha insistido en un mensaje que distintos miembros del banco central han retirado en la última semana, a medida que el avance de la pandemia en Europa ha forzado a los países a aplicar nuevas restricciones de movilidad que han dañado las expectativas económicas.

«Desde el rebote que vimos durante el verano, la recuperación ha sido desigual, incierta e incompleta y ahora corre el riesgo de perder impulso», reconoce Lagarde. «Vigilaremos de cerca los indicadores durante todo el otoño”, ha añadido.

Por el momento, el BCE prevé una contracción del PIB de la zona euro del 8% este año. Lagarde reconoce que la crisis del Covid-19 tendrá un efecto a largo plazo especialmente en la pérdida de empleo, de ahí que «nos parece esencial que las redes de seguridad puestas en marcha por los gobiernos durante esta crisis no se retiren de forma prematura», asegura en referencia a las ayudas a los ERTE aplicadas por varios países.