Los empresarios reclaman al Gobierno que evite un parón total de la economía

Los empresarios reclaman al Gobierno que evite un parón total de la economía

Los empresarios reclaman al Gobierno que evite un parón total de la economía, que podría producirse por el confinamiento absoluto de la población, incluidos aquellos que trabajan en las actividades esenciales. Con ello, los empresarios también solicitan al Gobierno que no cierre ninguna comunidad autónoma, tal como están reclamando muchos presidentes regionales, porque muchas empresas y trabajadores no podrían recuperarse de un hundimiento de la actividad, que ya de por sí va a ser muy grave, tras la crisis sanitaria. CEOE y Cepyme coinciden con lo que les transmitió la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en la videoconferencia que mantuvieron el pasado lunes junto a varios ministros y los sindicatos.

«La prioridad debe ser la seguridad de los ciudadanos y de los trabajadores», manifestaron las fuentes de la CEOE consultadas. A partir de ahí, las organizaciones empresariales sostienen, con Calviño, que «es necesario mantener las actividades esenciales» que, entre otras cosas, proporcionan energía a la población y a las empresas que se mantienen trabajando, y que abastecen los mercados de alimentos y a quienes luchan en los hospitales contra el virus. También hay empresas que mantienen la actividad en los transportes y los bancos, que facilitan el dinero ahorrado a los ciudadanos y el pago de las pensiones. Por todas estas razones, CEOE y Cepyme defienden que «es necesario mantener al ralentí la economía para relanzarla en el momento que se pueda». Por ello, ambas organizaciones rechazan el confinamiento total de la población y el cierre de las comunidades autónomas que puedan resultar más afectadas por la epidemia.

En esta línea, la patronal catalana, Fomento del Trabajo, sostiene que «el confinamiento total no es una medida proporcionada en la actual crisis sanitaria y de colapso económico». La entidad empresarial, integrada en CEOE, sale a la palestra «ante los posicionamientos que defienden un confinamiento total [de la población]». Es una clara contestación a las reiteradas peticiones que, en este sentido, han hecho Quim Torra, máximo dirigente de la Generalitat de Cataluña, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Éste se ha negado siempre, ante la posibilidad de agravar mucho más la situación en toda España.

A mayor abundamiento, la patronal catalana se dirige al presidente catalán y afirma: «Es un planteamiento maniqueo [de Torra] decir que el confinamiento prioriza la salud frente a la economía. Sin el mantenimiento y posterior recuperación de la actividad muchas familias quedarán expuestas a problemas de subsistencia», después de la crisis.

«Las actuales medidas decretadas por el Gobierno son suficientemente restrictivas. Aumentarlas pondría todavía más en riesgo la recuperación económica tras la pandemia». También opina así el Círculo de Empresarios. «En momentos como éste hay que anteponer el interés general sobre los de las diferentes comunidades autónomas». En consecuencia, la institución que preside John de Zulueta afirma que «las medidas de confinamiento se están cumpliendo gracias a la concienciación de los ciudadanos y al control de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, por lo que el cierre de las fronteras interiores no es necesario».

En la línea de otras organizaciones empresariales, el Círculo afirma que, priorizando la salud de los ciudadanos, y dentro de ellos, de los trabajadores, «hay que preservar la actividad de los sectores esenciales, siempre difíciles de delimitar, y de todos aquellos que puedan operar sin exponer a sus trabajadores al contagio ni comprometer el éxito de las medidas de confinamiento». «Debemos pensar ya en el día después, en la fase de recuperación, que será más rápida y enérgica cuanto menos se haya deteriorado la actividad productiva, más empresas sigan operando y menos trabajadores hayan perdido sus empleos», concluye el Círculo.

En esa misma dirección, el Consejo General de Economistas Asesores Fiscales (Reaf) y La Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf) proponen «intentar mantener la actividad económica». Por su parte, el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) afirma que «es importante apoyar al Gobierno en una situación muy complicada». En ese contexto, la institución empresarial comparte las medidas tomadas por el Ejecutivo en la última semana «para contrarrestar la fuerte caída de los ingresos. Porque es importante frenar la salida de caja [de las empresas]» en impuestos, salarios, alquileres o proveedores, entre otras partidas. «Las medidas aprobadas [en los dos últimos Reales Decretos] suponen un primer paso, por la vía de urgencia, para intentar apoyar al tejido productivo», dice la empresa familiar. De hecho, el Gobierno aprobó ayer el primer tramo de avales del Estado a las empresas y autónomos por un importe de 20.000 millones de euros
(Expansión, 25-03-2020)

El Tesoro lanza una emisión extraordinaria de 10.000 millones para hacer acopio de liquidez

El Tesoro ha comenzado a acelerar las emisiones de deuda ante las importantes necesidades de financiación que van a surgir a causa de la crisis económico que va a provocar la pandemia del Covid-19. El gasto público va a ser mucho mayor y la generación de ingresos para las arcas públicas notablemente inferior, de modo que para cubrir el esperado aumento del déficit público serán necesarias mayores emisiones de deuda pública.

El Tesoro está realizando hoy una emisión sindicada, aquella que se realiza sin subasta pública y en la que los bancos coordinadores colocan la deuda directamente entre inversores privados. Se trata de bonos a 7 años, la primera vez que se emplea esta referencia desde 2014 y, como explican fuentes del Tesoro, es una emisión que no estaba prevista pero con la que se ha comenzado a acelerar el programa de emisiones.

La aspiración es alcanzar hacia el verano «un grado de cumplimiento de los objetivos de financiación bastante alto», aseguran estas fuentes, ante lo que es necesario intensificar las colocaciones de deuda.

El importe colocado asciende a los 10.000 millones de euros, en la línea habitual de otras emisiones sindicadas. El precio es de 18 puntos básicos sobre el bono del Tesoro a ese plazo, con una demanda que ha superado los 36.000 millones de euros al cierre de libros. El Tesoro ya superó la semana pasada su primera prueba de fuego, solo un día después de que se disparara la prima de riesgo española, con la emisión de 5.000 millones de euros de deuda a medio y largo plazo. Colocó el máximo previsto aunque a un tipo de interés muy superior.

Aun así, el Tesoro va a contar este año con la valiosa ayuda del BCE, que ha anunciado un programa de compras de deuda extraordinario por 750.000 millones de euros hasta fin de año, sin restricciones a la hora de adquirir bonos de un determinado país si fuera necesario. Estas adquisiciones se suman a los 120.000 millones de compras ya avanzó días atrás y a los 20.000 millones de euros mensuales que estaban vigentes, con lo que el BCE comprará deuda, pública y privada, de la zona euro por más de un billón de euros este año.

Las emisiones corporativas en Europa sin embargo todavía se hacen esperar, ante la elevada volatilidad del mercado. «El mercado está muy roto. Hacen falta algunos días más de estabilidad para que las empresas españolas se animen a emitir deuda», señala Jesús Sáéz, responsable de mercado de capitales de Natixis en España y para quien la colocación de hoy del Tesoro es un buen precedente.