Fedea avisa de que la recuperación se ralentiza y podría invertirse si se agrava la situación sanitaria

Fedea avisa de que la recuperación se ralentiza y podría invertirse si se agrava la situación sanitaria

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) a visa de que la recuperación económica se ha ralentizado por los rebrotes y que se podría incluso revertir si se agrava la situación sanitaria, al tiempo que ve un mercado de trabajo «a medio gas» y no ve «buena idea» concentrar las subvenciones de los fondos europeos en los tres primeros años por la posible falta de «margen de maniobra» para los préstamos.

También ha reclamado una combinación de ayudas a fondo perdido e inyecciones de capital para asegurar la supervivencia de empresas y advierte de que muchas podían ver peligrar su viabilidad por la prórroga de la prohibición de despidos por causas objetivas en el marco de los ERTE.

Así se desprende del sexto boletín de seguimiento de la crisis del Covid elaborado por Fedea, en el que señala que el proceso de recuperación ha continuado en los últimos meses y ha comenzado a traducirse durante el verano en una reducción del gasto en prestaciones por desempleo y una mejora de los ingresos por impuestos y cotizaciones, mitigando así «en alguna medida» el impacto de la crisis sobre las cuentas públicas.

No obstante, explica que el ritmo de la recuperación ha ido ralentizándose en las últimas semanas, especialmente en lo que respecta a la reincorporación de los trabajadores incluidos en ERTE, de forma que las ramas productivas y los territorios más afectados se han estancado o incluso retrocedido en septiembre.

Al mismo tiempo, señala que incluso las actividades que se vieron menos afectadas en el peor momento de la crisis y las que primero se han recuperado muestran una «preocupante tendencia a estabilizarse en niveles inferiores a su empleo prepandemia», y achaca la ralentización de la recuperación en los dos últimos meses al rebote de la tasa de contagios que se inició en julio y las restricciones a los viajes a España impuestas a partir de ese momento por algunos importantes países emisores de turistas.

«El agravamiento de la situación sanitaria que estamos experimentando con la llegada del otoño hace temer que el proceso de recuperación pueda seguir ralentizándose en los próximos meses, o incluso llegue a invertirse», alerta Fedea.

En relación con las medidas adoptadas contra la crisis, sobre el acuerdo con los agentes sociales para la extensión de los ERTE por fuerza mayor hasta finales de enero, Fedea valora el decreto en el que se ha plasmado el acuerdo, excepto en lo que respecta a la prórroga de la prohibición de despido por causas objetivas y de los compromisos de mantenimiento del empleo, ya que «pueden comprometer la viabilidad de numerosas empresas que no están en condiciones de recuperar y mantener a toda su plantilla pre-Covid».

De igual forma, en cuanto al Plan de Recuperación y Resiliencia, señala que el documento se mantiene en un plano «muy general», dado que se identifican áreas de interés y grandes objetivos, pero, con algunas excepciones, «no se describen las actuaciones concretas o la forma que tomarían las ayudas con las que se espera alcanzar esos objetivos».

Además, ve «preocupante» la falta de mención explícita a los mecanismos y criterios de evaluación y selección de proyectos, por lo que subraya que «aunque es cierto que habrá que actuar con premura, sería necesario contar con un filtro, idealmente independiente, que garantice que los proyectos seleccionados cumplen unos estándares mínimos, lo que también facilitará su aprobación por las instituciones europeas».

Igualmente, ve «discutible» la idea del Gobierno de concentrarse primero en las subvenciones no retornables, dejando los préstamos para una segunda etapa en el caso de que hicieran falta recursos adicionales a partir de 2023 para completar algunos proyectos.

A este respecto, avisa de que el límite de 2023 se aplica también a la concesión de los préstamos, lo que «limita el margen de maniobra», y de cualquier forma considera que «no parece buena idea ligar las decisiones sobre el ‘timing’ de los proyectos con su forma de financiación».

También señala Fedea que las ayudas al sector privado con un encaje más natural en el Plan de Recuperación, como pueden ser las destinadas a fomentar la inversión en energías renovables o tecnologías digitales, «no parecen el instrumento más adecuado para lidiar con los problemas de sectores como el turismo o la restauración, en los que la primera prioridad es sobrevivir a un período prolongado de cierre o de fuertes restricciones a la actividad por motivos sanitarios».

Para facilitar la supervivencia de muchas empresas y negocios que serán «perfectamente viables» una vez se supere la pandemia, cree que lo «esencial» es buscar fórmulas que permitan cubrir sus costes fijos durante un período prolongado de inactividad, lo que exige a su juicio una combinación de ayudas a fondo perdido e inyecciones de capital.