Sánchez y Conte recalcan la urgencia de que haya acuerdo europeo en julio

Sánchez y Conte recalcan la urgencia de que haya acuerdo europeo en julio

El presidente español, Pedro Sánchez, y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, reunidos ayer en Moncloa, sincronizaron su estrategia de cara a la trascendente cumbre de los próximos días 17 y 18 de julio, en que se decidirá el alcance y sustancia del fondo de recuperación ­europeo (New Generation EU) para la pandemia. Ambos coinciden en que la Unión Europea no se puede permitir una dilación del acuerdo y que este debe estar listo este mes, junto al llamado marco financiero plurianual. “Julio tiene que ser el mes del acuerdo, no hay otro posible”, enfatizó Sánchez. “No podemos postergarlo”, apostillaba Conte.

Aunque Conte llegaba a Madrid justo después de visitar al primer ministro portugués, António Costa, con el que se ha reunido en dos ocasiones en una sola semana Pedro Sánchez –un tour de la Europa meridional sin precedentes–, ninguno de los dos quiere hablar de “frente sur”, porque, coinciden, el asunto no es geográfico. Ambos repiten que lo que se dirime, frente a los llamados países “frugales” –hace pocos años, habrían recibido un apelativo menos compasivo, como “austeritarios” o “austericidas”–, es la protección de Europa como proyecto político, la conservación de su mercado único y de la cadena de valor de su producción frente a la competencia de los gigantes exteriores. De eso, subrayó Sánchez, pretenden convencer a los países más reticentes a un fondo de recuperación ambicioso y no condicionado. Los tres mandatarios, el italiano, el portugués y el español, dedicarán los próximos días a tratar de convencer a los “frugales” de la necesidad de proteger a Europa. “Si no damos una respuesta fuerte (…) se destruiría el mercado único”, subrayó el primer ministro italiano.

La clave del plan, repitió ayer Sánchez, son los 500.000 millones de euros propuestos por Francia y Alemania como transferencias directas, si bien el resto de instrumentos, como el mecanismo europeo de estabilidad (MEDE), también pueden ser útiles: “No tiene sentido que crear instrumentos que luego dé vergüenza utilizar”, dijo. El presidente español recordó que la respuesta ofrecida hasta ahora por la UE ha consistido en préstamos, de ahí que sea tan importante que el acuerdo final respete la propuesta de la comisión europea, lanzada por Emmanuel Macron y Angela Merkel, quien, precisamente ayer, redoblaba contactos para que la solución se alcance este mes. Alemania comparte con España, Portugal e Italia la gravedad de la hora, cuya trascendencia Sánchez compara con el acuerdo de la creación del euro, el mercado único o incluso el tratado de Roma de 1957, que dio origen a la Unión Europea.

Tanto Sánchez como Conte –que ayer ratificó su apoyo a la vicepresidenta Nadia Calviño para presidir el Eurogrupo, decisión que se adopta hoy– se verán en los próximos días con Merkel, pero también con el primer ministro holandés, Mark Rutte, uno de los adversarios de las ayudas no condicionadas, quien en las últimas horas se ha mostrado partidario de postergar el plan si no hay acuerdo satisfactorio. Todo lo contrario de lo que postulan España, Italia y Portugal, que creen que posponer al otoño el plan generaría una incertidumbre letal sobre las economías europeas.